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Deudas durante el divorcio

Dividir la deuda conyugal a menudo puede ser una parte difícil y contenciosa de cualquier divorcio. Afortunadamente, existen varios arreglos que se pueden considerar para llegar a un acuerdo entre ambas partes. 

Desde dividir la deuda por la mitad hasta asignar deudas específicas a cada individuo, hay varias soluciones disponibles para que las parejas que enfrentan este problema puedan encontrar una solución que sea justa para ambas partes.

● Pagos automáticos

Cuando se trata de pagar una deuda conjunta después de un divorcio, es importante llegar a un acuerdo sobre quién realizará los pagos. Si a su ex cónyuge se le ha asignado la responsabilidad de la deuda, puede solicitar que el pago se establezca como una deducción automática de su cuenta. Esto asegurará que usted no sea responsable de ningún pago atrasado y ayudará a proteger su puntaje de crédito.

● Refinanciamiento de la deuda

Cuando hay deudas garantizadas por una propiedad. Una opción a considerar es que uno de los cónyuges refinancie la deuda para que sea propiedad de una sola persona. Esto puede ser particularmente beneficioso si permite tasas de interés más bajas y/o pagos reducidos. También puede ayudar a garantizar que ambos cónyuges tengan un comienzo financiero limpio después de que finalice el divorcio. Sin embargo, es importante considerar todas las implicaciones antes de aceptar este arreglo.

● Pago total de deudas

Otra opción es acordar pagar la deuda en su totalidad. Aunque esto puede requerir la liquidación de un activo, como una casa, para poder así pagar la hipoteca. Es importante que ambas partes involucradas en una situación de deuda conjunta entiendan sus derechos y responsabilidades para poder tomar decisiones informadas sobre la mejor manera de manejar la deuda.

A pesar de la dificultad de estos acuerdos, es importante tratar de negociar tanto como sea posible a través de una comunicación cortés y clara. Esto puede ayudar a acelerar el proceso de divorcio y ahorrar un tiempo valioso.

Por encima de todo, es beneficioso para ambos contar con la ayuda de un abogado calificado para garantizar que sus deudas sean divididas equitativamente. Si lo hace, dará lugar a un resultado mucho más justo y beneficiará financieramente a ambos a largo plazo.